Montilla recibe a Rajoy en la Generalitat para hablar de la renovación del Constitucional

El presidente catalán busca el apoyo de la sociedad civil antes de reunirse con el líder popular
M. NOGUER / À. PIÑOL - Barcelona - 06/05/2010
FTE: EL PAIS.COM

La renovación del Tribunal Constitucional es uno de los temas que se tratarán en la reunión que ya ha comenzado entre el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder del PP, Mariano Rajoy, en Barcelona. Rajoy ha llegado pasadas las 12 horas al Palau de la Generalitat, en cuyo claustro le ha recibido Montilla. Allí se han saludado y han comenzado inmediatamente el encuentro, al que también han acudido la secretaria del Govern, Laia Bonet; la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, y el responsable popular de Política Internacional, el catalán Jorge de Moragas. La cita entre ambos se produce a instancias de Montilla, quien pidió formalmente por carta al líder del PP una reunión para tratar el Estatut y la renovación del Tribunal Constitucional.

Montilla se ha lanzado a recabar apoyos de la sociedad civil catalana en defensa de la constitucionalidad del Estatuto y de la renovación del Tribunal Constitucional. Así, ayer envió una carta a 201 entidades catalanas, entre las que hay sindicatos, patronales y todo tipo de asociaciones, para que le ayuden a defender la resolución aprobada por el Parlament la semana pasada.

El apoyo social al Estatuto es uno de los principales argumentos de Montilla ante Rajoy en esta inusual reunión, que llega después de que el Parlamento catalán haya aprobado con el 87% de sus diputados (CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA) una resolución que pide renovar el Tribunal Constitucional, modificar la ley del TC y que se declare incompetente con el Estatuto, un órdago que busca presionar al PSOE y al PP para evitar que este TC falle sobre el Estatuto. En un artículo publicado en EL PAÍS bajo el título Las razones de Cataluña merecen ser atendidas, Montilla alerta del "riesgo de causar un daño irreparable a Cataluña y España" si un Tribunal Constitucional (TC) en "severa anomalía" acaba cercenando el Estatut, ya que "no hay sentencia que pueda juzgar los sentimientos de los ciudadanos de Cataluña".