viernes, 7 de mayo de 2010

El actor Sean Connery y su mujer, imputados en un caso de blanqueo

Un juzgado de Marbella les cita a declarar junto a cinco abogados
JUANA VIÚDEZ - Marbella - 07/05/2010

El actor escocés Sean Connery y su esposa Micheline han sido citados a declarar como imputados en la nueva causa que investiga el blanqueo de capitales en el sector inmobiliario. Tendrán que declarar en los próximos días en el juzgado número 1 de Marbella junto a cinco abogados, también implicados.

El caso, que se encuentra bajo secreto sumarial, forma parte de una macrocausa en la que se están examinando diferentes convenios urbanísticos firmados durante el mandato del partido de Jesús Gil en la alcaldía de Marbella. Las imputaciones de Connery, su esposa y los abogados, se suman a la de una veintena de personas que ya han declarado por otras operaciones urbanísticas.

La policía registró el miércoles dos de las sedes de la firma DB&T en la Costa del Sol y Madrid en busca de documentación relacionada con este caso, desgajado de la Operación Malaya contra la corrupción en el municipio marbellí y que se instruye en el Juzgado 1 de Marbella.

El juzgado investiga la venta de la finca Casa Malibú, que había sido propiedad del actor escocés Sean Connery, de 79 años, y donde se levantó un complejo de apartamentos de lujo en primera línea de playa.

El actor que encarnó al famoso agente 007 compró la mencionada finca en los años setenta y los puso en venta en por nueve millones de dólares 28 años después a través de la inmobiliaria británica Knight Frank.

La casa tenía una residencia principal, tres estancias para invitados, piscina y jardines.

La entrada y registro de los despachos se hizo de forma simultánea el pasado miércoles. En la operación participaron agentes de la sección de blanqueo de capitales de Málaga y de la unidad de delincuencia económica y fiscal de Madrid, además de inspectores de la Agencia Tributaria.

El despacho DB&T abrió en 1981 sus oficinas en Marbella y tenía entre sus clientes a numerosos extranjeros, entre ellos Connery. Al menos una decena de abogados trabajaron en su sede de la Costa del Sol, pero en los últimos cuatro años la plantilla se había reducido considerablemente.

La parcela donde Connery residió al menos dos décadas con su esposa Micheline está ocupada hoy por una urbanización de lujo habitada, pero ilegal porque se ha construido más de lo permitido. Para regularizarla, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) requiere que el promotor, o los propietarios de los apartamentos en caso de que éste no responda, aporten 5.093 metros cuadrados para áreas libres (parques y jardines). Sus apartamentos están a la venta en varias inmobiliarias por precios que van de 1,4 a 2,2 millones.

El veterano actor ya fue citado en marzo de 2009 por un tribunal de primera instancia de Ginebra para explicar unos negocios de diamantes, importantes sumas de dinero y villas de ensueño en la Riviera francesa. En esta historia, que se remonta 30 años atrás, está involucrado un promotor inmobiliario e inversor franco-suizo llamado Jean-René. Connery le hizo un préstamo en 1972 de cuatro millones de dólares para inversiones inmobiliarias en la Costa Azul y recibió como garantía títulos de propiedad y joyas por valor de ocho millones de euros. El problema radica en que el actor terminó vendiendo esos bienes. El promotor inmobiliario murió en 2002 y su único hijo, reclamó a Connery la devolución de los dividendos que le había generado la garantía.

Gordon Brown abre paso a negociaciones políticas para intentar formar Gobierno

La confusión gana las elecciones británicas al dejar al país sin un partido con mayoría
WALTER OPPENHEIMER | Londres 07/05/2010
FTE: EL PAIS.ES

Gordon Brown volvió esta mañana a Downing Street para dar una señal clara de que sigue siendo el primer ministro del Reino Unido después de que ningún partido consiguiera la mayoría absoluta en las elecciones generales de la víspera. Downing Street ha emitido una nota esta mañana anunciando que, de acuerdo a las disposiciones constitucionales, ahora empezarán conversaciones políticas para ver qué partido o partidos consiguen el apoyo del parlamento para gobernar. Hasta entonces, Brown sigue siendo el primer ministro.

¿Y ahora qué?
Los conservadores británicos ganan las elecciones sin mayoría absoluta

Las elecciones que todos podían ganar se han convertido en las elecciones que todos han perdido. A falta de conocerse los resultados en una treintena de las 650 circunscripciones del Reino Unido, los conservadores se han adjudicado 291 escaños, los laboristas 251 y los liberales-demócratas 52 escaños. Las proyecciones de la BBC pronostican que, una vez acabado el recuento, los tories podrían sumar hasta 307 diputados, cerca, pero quizá no lo bastante cerca, de la mayoría absoluta.

Los resultados son decepcionantes para todos. Para Gordon Brown porque los laboristas han sufrido una derrota clamorosa, con la pérdida de cerca de un centenar de diputados. Para David Cameron porque, a pesar de enfrentarse a un Gobierno desgastado por 13 años en el poder, por una recesión económica sin precedentes y por la impopularidad de su primer ministro, no ha logrado hacerse con la mayoría absoluta. Pero también por los liberales-demócratas, cuya exigencia de reforma electoral ha quedado más reivindicada que nunca pero que no han conseguido transformar en votos y en escaños la irrupción de Nick Clegg en la campaña electoral. Puestos a perder, ha perdido también el prestigio del Reino Unido al dejar a miles de electores sin poder ejercer su derecho al voto por problemas de organización en las mesas electorales.

Se abre ahora un periodo de negociaciones políticas de las que difícilmente saldrá un Gobierno fuerte. Los conservadores consideran que Gordon Brown ha sido derrotado y que los votantes han dejado muy claro que no quieren que siga siendo primer ministro. Pero David Cameron tiene aún que demostrar que él mismo es capaz de formar una mayoría que fuerce la dimisión del actual primer ministro.

El líder liberal-demócrata, Nick Clegg, se declaró esta mañana "decepcionado" por volver al parlamento con menos escaños que antes "a pesar de que hemos logrado más votos y más porcentaje de voto que nunca". Clegg ratificó su posición de que los conservadores, con más votos y más escaños que nadie, deben ser los primeros en intentar formar Gobierno. Pero de su declaración pareció entenderse no tanto en el sentido de que Brown tenía que dimitir cuanto que Cameron debería ser el primero en negociar con los liberales un posible acuerdo de Gobierno. Y añadió que "lo que ha quedado claro en estas elecciones es que el sistema electoral está roto y no refleja la voluntad del pueblo".

Esta mañana tomaba cuerpo la posibilidad de que de estas elecciones acabe saliendo un Gobierno con dos objetivos fundamentales: asegurar la recuperación de la economía y ofrecer a los británicos en referéndum una propuesta de reforma electoral con la convocatoria de nuevas elecciones dentro de un año. Algunos analistas opinan que David Cameron debería llegar a un acuerdo con Clegg en esa línea, aunque luego pidiera el voto en contra en el referéndum sobre la reforma del sistema electoral.

Los comicios han sido más confusos aún de lo que predecían los sondeos. El trasvase de votos de los laboristas a favor de los conservadores no ha sido uniforme a lo largo del país, lo que hace mucho más difícil analizar qué ha pasado exactamente. Todos los partidos han ganado escaños que temían perder y han perdido algunos que daban por ganados.

En Irlanda del Norte, el ministro principal y líder del partido unionista, el DUP, perdió el suyo frente a la candidata de la Alianza, un partido no sectario que apoya con firmeza el proceso de paz. Su derrota parece más relacionado con las tribulaciones de su vida privada que con cualquier connotación política.